jueves, 15 de noviembre de 2012

Entrevista a Adrián Barilari

Adrián Barilari alcanza registros altísimos cuando ejerce su arte. Y cuando habla, canta sus verdades con su franqueza y un toque de realidad que contrasta con los magos y las gitanas de otras épocas que, sin embargo, metieron sus garras de alguna manera para aggiornarse en un nuevo episodio como solista en la carrera de la voz más auténtica del Hard Rock de nuestro país. Barilari acaba de editar un gran disco, “Barilari IV”, que lo encuentra manso y tranquilo en la calma de su estudio de grabación ubicado en un microcentro porteño próximo a ser tapado de ollas, campanas y pancartas.
-E.C.S: Muchos músicos al lanzarse como solistas deciden arrancar de cero, cambiar de aire. No es tu caso.
-Adrián Barilari: No, para nada. Se dio, la verdad es que no lo planeé mucho. Esto surge en el año 2000 cuando yo formaba parte de Alianza junto a Hugo Bistolfi (también tecladista de Rata Blanca). Justo en ese momento me llaman de una productora para preguntarme si me interesaba grabar un disco como solista y la pensé un poco hasta que me dijeron que existía la posibilidad de que los músicos de Nightwish me acompañen y…..chan (risas). Me dí cuenta que no había un mejor momento o circunstancia para arrancar una carrera como solista. No la deje pasar pero al mismo tiempo me llama Walter Giardino diciéndome que estaba buscando un cantante para Temple (proyecto del guitarrista); o sea, se dio todo junto y como eran dos propuestas serias agarre todo. -E.C.S: Incluso a nivel artístico cambian mucho tus cosas como solista porque por momentos hasta cantas diferente. Y si a esto le sumamos el laburo de armar una banda, hacerla sonar. ¿Es un cambio que buscas o simplemente pasa? -A.B: Desde el principio sabía que iba a hacer algo que no iba a sonar como Rata, no tendría sentido. Para cantar de la misma manera y hacer Hard Rock como lo vengo haciendo con Rata desde hace veinticinco años, no lo hago. Preferí complicarle la vida a todo el mundo (risas) y crear una propuesta distinta para ver qué pasa, para proponer cosas diferentes. Me dicen de la compañía que tienen a Jens Johansson (Stratovarius) con los músicos de Nightwish entonces la propuesta iba a tener cosas de Heart, Power y un toque de sinfónico. Venía todo cocinado de una manera diferente. Si bien podía cantar igual al tener la música y las composiciones que eran mías la cosa ya iba a ser otra.
-E.C.S: En “Canciones doradas” grabaste temas de otros artistas. ¿Los elegiste porque eran artistas que admirabas o tal vez porque te gustó como te salían esas canciones a vos? -A.B: Ese es el disco que marcó la diferencia. Definitivamente creo que el disco, si pensara por sí mismo, habrá dicho: “Este Barilari va a hacer cosas locas conmigo” (risas). Y sí, como decís vos, crecí escuchando esos discos y admirando a muchos de esos artistas. Al momento que me proponen hacer “Canciones Doradas” yo no tenía una propuesta superior a la que había tenido para el primer disco. No era que yo sólo podía superar con el segundo disco la producción que había tenido para el primero, en este país era casi imposible. Si para “Barilari” tuve a los músicos que tuve para “Canciones doradas” debería haber tenido a Iron Maiden…y no se dio (nuevamente risas). Para hacer algo que no supere mis expectativas no hago nada y para no hacer nada preferí que venga una empresa discográfica que me sugirió hacer un disco de covers. Lo dude un poco porque en ese momento había una tendencia al punto que Ozzy Osbourne estaba haciendo un disco de versiones (se refiere a Under cover). Me insistieron, me dieron total libertad, buenos músicos, control artístico. Era como que no me dejaban decir que no y yo necesitaba hacer un disco o por lo menos entrar a un estudio. Así que, medio a regañadientes porque era difícil elegir las canciones, empecé a hacer las adaptaciones y encima después me enteré que debía tener permisos, lo que también complicó. Pero cuando empecé a mezclar con los músicos me dí cuenta de que podía ser algo divertido y serio a la vez. Y se puso más serio cuando pensé en llamar a Adrián Otero, Ángel Mahler, Juanchi Baleirón y Pato Sardelli (Airbag), la verdad es que salió un disco de la puta madre y se formó una relación increíble con la compañía porque vendió muchísimo con ese disco y yo quedé contentísimo porque abarqué otro público y también estuvo muy bueno el hecho de que la gente me criticó bastante y me decía: “Ehh se aputaso Barilari” y eso da que hablar y en este mundo hay que dar que hablar, por lo menos a través de mi música quiero dar que hablar. Es un disco que le puede gustar a mucha o poca gente, pero está bien hecho. -E.C.S: Mencionabas a Adrián Otero y Memphis junto a Virus fueron las bandas más resistidas en el Barrock del ´81. Justamente por eso Federico Moura decía que él buscaba causar una reacción, no importa si esa reacción era mala o era buena, importaba que le provocara algo a la gente. -A.B: Nunca mejor dicho. Lo dijo Federico y mira donde llegaron. No sé si está bien o no que le tiraran cosas, lo que sí sé es que la carrera que hicieron los tipos fue alucinante. Yo creo que lo difícil en este medio es mantenerse, estoy más contento por estar todavía que por todo lo que pude haber logrado. Hoy a mi edad poder seguir grabando discos, que vengan ustedes a hacerme notas, estoy re agradecido porque había una época, en los setenta u ochenta, en la que era imposible pensar en un tipo de cincuenta años arriba de un escenario, por lo menos en Argentina. Te tildaban de viejo, hoy no, hoy sos una eminencia, antes era difícil pensarlo de esa manera. -E.C.S: Se aplicó la palabra “Leyenda” al rock… -A.B: Tal cual, eso de la “Leyenda viviente”. La cuestión es que las cosas cambiaron, bienvenido sea eso, yo creo que Federico estaría agradecido de acordarse de que él cambió cosas. Esto es así, la gente cambia, nosotros los músicos seguimos acá. El público se va intercambiando y va descubriendo también.
-E.C.S: Y Rata surgió en un momento en que las estrellas de rock eran gente joven. Por ahí grupos que musicalmente no tenían nada que ver con ustedes. -A.B: Y sí. Los Babasónicos por ejemplo. Es admirable el hecho de que toda esa gente haya impuesto un estilo de música que algunos lo mirábamos de costado y sin embargo hay que reconocer que ellos lograron salir, asomar la cabeza y quedarse. Para las bandas de Heavy metal siempre fue más difícil. ¿Cuántas bandas conoces que hayan salido y llegado a grabar diez discos?, ¿qué siga sonando, que gire, que salga del país y marque tendencia’. La verdad es que, como está el mercado, está muy difícil la cosa. Pero si llega a aparecer, obviamente nos vamos a dar cuenta todos. La gente me pregunta a mí que pienso y yo no pienso, yo espero que aparezca esa banda y que supere lo que fue Rata Blanca en su momento. Los Redondos de ricota desaparecieron, se dividieron pero el espíritu sigue ahí, no hubo otra banda que ocupara ese nicho. Pero ¿Por qué no pensar que puede pasar?, pude pasar y tendría que pasar. Hay muchísimas bandas que no se conocen y te puedo asegurar que son muy buenas. -E.C.S: ¿Y eso no tiene que ver con la sensibilidad que uno tiene frente a la música? -A.B: Yo creo que tiene que ver más con la propuesta que uno brinda. Trasladándonos al tiempo, cuando Rata surge y sale como banda lo que estaba en la cabeza de Walter era ser profesionales, y así fue, no fueron a tocar a un bar, fueron a un teatro y con puesta en escena. Salís a matar o morir. Hoy con la competencia que hay es imposible, ¿cómo te enfrentas a todo lo que viene de afuera?, es imposible. Vos ves un show de una banda legendaria y te traen una parafernalia de cosas y pensas “bueno la hacen así porque la gente todavía paga el precio de una entrada en dólares”. Pero muchas de esas bandas que en Argentina llenan grandes estadios, en Europa tocan para mil personas. Pero tiene que ver con la propuesta, yo siempre digo que si en el país hubiera una inversión para promocionar bandas, se organiza un River como lo hicieron La Renga, Los Redondos, El Indio Solari, también lo podrían hacer otras bandas buenísimas como Catupecu Machu, pero necesitan esa inversión. Como lo hizo Soda Stereo cuando se juntó, giras millonarias por toda Latinoamérica. No sabemos si el que puso la plata ganó o perdió, pero la banda volvió y mató.
-E.C.S: Hablando de propuestas: la primera vez que vi a Rata fue en el segundo Quilmes Rock, cuando tocaron con Offspring en Ferro. Hicieron un show muy grande ustedes, no parecía de festival… -A.B: Rata no toca en festivales porque cuando te llaman para tocar en uno sabes que el artista local va de relleno. Es más, si las bandas extranjeras pudieran no poner bandas nacionales no las pondrían. Pero hay una ley que ordena que los pongan sino tienen que pagar una multa. Cuando nos proponían tocar en un festival lo que pedíamos era tener igualdad de condiciones, que en muchos casos no se dan, si te las dan podes demostrar tranquilamente que estas a la altura de cualquier banda de afuera. Cuando se dio lo hicimos, cuando te dan vueltas, te dicen que no podes tocar de noche, que no podes usar fuegos de artificio. Rata no necesita eso, Rata necesita mostrarse al lado de una banda internacional sino todo ese trabajo es en vano, todo lo que hiciste en estos veinte años es en vano. Yo sí, como solista me puedo subir como lo hice en Vélez con Iron Maiden, tocar cuarenta minutos y bajarme, de día. Pero bueno, lo hice porque me gusta, soy fan, y aparte yo tengo una estructura mucho más pequeña. Una banda como Rata Blanca no, entonces ya es algo que tiene que ver con el respeto. -E.C.S: Antes mencionabas a Tom Jones como una de tus influencias. ¿A qué cosas le prestas más atención en materia de cantantes?. -A.B: La personalidad, la calidad musical, el carisma,la trayectoria. Tom Jones es un tipo que todavía sigue cantando, lo fui a ver a Las Vegas y me lo perdí porque no dí con los tiempos. Pero yo lo escuchaba cuando tenía quince años y sigue cantando igual. Cerras los ojos y no cambia, entonces no me equivoque cuando lo elegí como referente. ¿no? (risas). -E.C.S: Elvis admiraba a Tom Jones… -A.B: Mi madre!. Es que uno aprende mucho de él como también de muchos otros. Uno tiene la oportunidad de estar tocando, compartir escenario o conocerlos y aprendes todo el tiempo de estas cosas. Te das cuenta que son seres humanos como vos y como yo, normales, que tienen ese pequeño don y después son tipos comunes. -E.C.S: ¿Cómo vienen las presentaciones de “Barilari IV”? -A.B: Genial. La estoy pasando bárbaro. Fue todo muy rápido; salida del disco, firmas de autógrafos, ventas de entradas y show, todo junto. Todo pasó en un mes. Lo presentamos en La Trastienda y la gente ya se sabía todas las canciones, a un mes de la salida del disco, y se las sabían mejor que yo (risas). Fue fabuloso porque eso marca que de movida el disco iba a gustar. También está el enojo porque a uno le gustaría mucho que alguna de esas canciones sonara mucho en la radio, eso no pasa, vaya uno saber porque no pasa. Pero si me conforma, y mucho, que a la gente le guste el disco. Lo otro tiene que ver con una cuestión de pauta publicitaria, de espacio del lugar y eso es lo que manejan las grandes compañías. Antes me pegaba la cabeza contra la pared, ahora ya no me preocupo tanto, hoy podes ver en internet que lo que haces gusta, la gente te lo dice en la calle, lo ves en los shows. El hecho de que sabes que lo vas a salir a tocar y tenes varios shows por delante te reconforta. -E.C.S: ¿Cómo pensas que la gente vive eso? -A.B: Es raro porque cuando arranqué como solista la incertidumbre era total. Esto también demarca que vos podes ser el líder, el cantante o el frontman de una banda famosa y esto no significa nada a la hora de salir vos solo. Y no significa nada porque la gente, los medios y las compañías te tienen como el cantante de….o el guitarrista de…y es muy difícil sacarte ese rótulo y para lograrlo tenes que hacer lo que hice yo durante diez años: lograr que la gente sepa que tengo un nombre y un apellido. Hoy la gente me dice “Ehh Barilari…”, quizás en diez años ya no me confundan con Giardino (risas). Esta bueno eso, lleva el tiempo que tiene que llevar, es una carrera y la verdad es que entendí que si lo haces con tiempo tiene mejor sabor. No sirve si todo se da muy rápido, yo lo fui disfrutando. Es como los vinos, este no lo destapas y mejor se pone. Esta carrera tiene que ver con eso, la propuesta fue remar. ¿Qué apuro hay?. No hay un límite para subirse a un escenario, mientras yo esté bien me subo y la otra es ser uno mismo, ese es el secreto. Lo hago porque me gusta, me divierte y encima me permite ganar plata. -E.C.S: ¿Consideras que el disco sea un toque más oscuro que los anteriores? -A.B: No. Más oscuro sería “Abuso de poder”. Este disco va más para los claros y hay cierto sonido que viene del disco anterior, primero porque son los mismos músicos pero también tiene baladas, canciones que podrían ser acústicas y también podrían ser de Alianza. En este disco soy más yo, quería mostrar cómo me siento musicalmente. En “Abuso de poder” logramos un disco pesado, potente, oscuro, porque teníamos el equipo para eso. En este tenemos un productor artístico, Guillermo, que tiene una cabeza muy abierta, escucha de todo y llegamos a tener como veinte canciones y al final elegí las canciones que más me gustaron, nunca busqué una línea determinada. Me define como persona, no quiero atarme a lo que está sonando, yo ya lo hice eso. Llega el punto en donde uno no tiene que demostrar nada, quiero hacer lo que me sale, si a la gente le gusta mejor. Quiero estar yo conforme con lo que hago. Los músicos y los productores también están re entusiasmados y eso que tengo conmigo una banda pesada que es Asspera y acá son otra cosa, tienen una ductilidad tremenda, como trabajan, como manejan las texturas, eso es buenísimo. Estoy trabajando con gente profesional que a la hora de tocar pela y hace sonar canciones muy pesadas y muy oscuras, pero también te hacen una balada de amor muy blanca, muy clarita, muy rosa si queres y no deja de ser rock, de tener peso, a eso voy, cantar y hacer lo que me sale bien.
-E.C.S: Se te vienen fechas en Venezuela con Cavalera conspiracy, otra en Jujuy. ¿Hay algún escenario que te falte y tengas ganas? -A.B: Hay miles de lugares en el mundo donde me gustaría tocar. Me gusta el hecho de conocer gente distinta, escenarios diferentes, otros públicos. Siempre es un desafío ver la reacción de la gente. Te haces consciente de hasta adonde puede llegar uno sin querer. -E.C.S: ¿Y un artista con el que te gustaría cantar aunque sea cinco minutos? -A.B: Paul McCartney, sin dudas. Setenta años y el tipo no para. Si yo llego así de esa forma…estoy hecho…
Txt: Gabriel García Ph: Mariana Marincovich Agradecimiento: Diana Suarez.

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